Hoy
en día con la cantidad excesiva de autos en la ciudad y el horroroso tráfico
que generan, mis ganas de tener un auto o de incluso solo conducir se han
esfumado completamente de mi cabeza. Sin embargo, recuerdo que años atrás era
todo lo contrario y esto era por un programa en MTV donde no importaba si
tenías una “chatarra” para transportarte y que las compañías de seguros de autos prácticamente huían de ti. Porque en un abrir y cerrar de ojos ese
“patito feo” podía convertirse en un hermoso “cisne”.
“Pimp
my ride” o simplemente “Enchúlame la máquina” fue el programa donde los sueños
automovilísticos más grandes se podían hacer realidad. Donde no importaba si tu
auto era prácticamente una “cafetera andante”.
Partes
oxidadas, sin puertas, llantas desgastadas, asientos rotos, entre otras cosas
más. Si tu auto contaba con algunas de esas características calificaba para el
sorteo de este peculiar programa que convertía tu pobre auto en una obra de
arte muy al estilo de los autos de Rápidos y Furiosos.
El
programa era dirigido por el rapero “Xzibit”, muchos dicen que su fama se dio
más a este programa que a sus interpretaciones en el mundo del rap, y consistía
en tres partes. La primera era la visita al ganador del auto más horrible (aquí
se ven reacciones exageradas junto al presentador, aunque en ese tiempo pensaba
que si yo fuera ese ganador también celebraría así por todo lo que se ganaba).
La
segunda parte era la transformación del auto en una verdadera preciosura, y no
exagero con el adjetivo, porque lo que hacían era remodelar el auto por
completo. Primero los mecánicos locos destruían lo que quedaba del carro y
prácticamente comenzaban de cero. La pintura, los asientos, las lunas y las
llantas. En este punto venía mi parte favorita, y lo que era el sello
característico del programa: las implementaciones al auto. Un súper equipo, una
máquina de popcorn, pantallas leds con videojuegos, máquinas de dulces,
compartimientos secretos y demás; toda idea que te podrías imaginar era posible
en menos de dos semanas.
La
última parte consistía en la entrega del auto junto con reacciones alocadas,
con risas y lágrimas de los participantes. ¡Qué envidia! Era la frase que
siempre salía de mi boca al ver el final de cada programa. Cuanto deseaba el
poder vivir en los Estados Unidos, conseguirme una chatarra y que ese programa
haga su magia.
El
30 de diciembre del 2007 el programa emitió su último capítulo luego de seis
temporadas “enchulando” los autos de muchos desafortunados. Sin embargo, hace
un par de años, la tan popular frase “Nada de lo que sale en la televisión es
real” cobraría otra víctima.
Tras
una investigación se reveló que este programa solo era un montaje que todos los
implementos que se le agregaban al auto eran retirados una vez terminadas las
grabaciones. En otros casos el “magnífico” trabajo de los mecánicos no era nada
profesional puesto que aumentaban el peso del auto con algunas cosas y no
ajustaban la suspensión, lo que generaba un desperfecto más para el coche.
¿Se
acuerdan la primera parte del show dónde visitaban a los ganadores? Pues lo que
parecía la casa de los participantes simplemente eran espacios alquilados para
grabar las reacciones (que claro está eran actuadas). Igual en la hora de
entrega que prácticamente ya la sobreactuación sobrepasaba sus propios límites.
No
obstante, muchos participantes se quejaron que en vez de ayudarlos les
generaban muchos más problemas puesto que las reparaciones no duraban dos semanas
(como se mostraba en el programa) sino de 6 a 7 meses. Incluso uno de los autos
literalmente explotó luego que pasado un mes los mecánicos hicieran malas
instalaciones.
Según
el productor de la serie el fin no era arreglar los autos en sí, solo era mejorarlos
a primera vista, porque esa era la esencia del programa.
Pueden cambiar muchas cosas con el paso del tiempo, pero lo que no
cambia es la televisión y su manía de destruir infancias (bueno por lo menos a
mí la ilusión de niño inocente). Por eso es que ahora pienso y reflexiono el
por qué ninguno consiguió algún seguro de autos luego de las remodelaciones.
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