El cine a pesar de su finalidad
perfeccionista a la hora de presentar al público un largometraje. Posee,
durante toda su historia, escenas y frases memorables que simplemente
cautivaron a los espectadores. Sin embargo, éstas no deben a un gran guion sino
a la genialidad de los actores al momento de improvisar.
SI hablamos de memorables escenas
en el cine de los últimos años, debemos mencionar a un hombre en especial:
Heath Ledger. Conocido por su gran interpretación del Joker (enemigo eterno de
Batman) en la película “Batman: The Dark Knight”. Tiene exactamente dos escenas
en las cuales desbordó por completo su genialidad a la hora de improvisar. La
primera sucede cuando es capturado por el comisionado Gordon, el cuál recibe
las felicitaciones de todos los policías por el trabajo realizado y su
respectivo ascenso. Ledger consideró que el Joker también aplaudiría debido a
su personalidad irónica y fría. No estaba en el guion, pero la acción le dio a
la escena un perfecto toque sarcástico y el director decidió dejarlo así. La
segunda y más recordada aún, es la escena de la explosión del hospital. Donde
se suponía que el Joker caminaría mientras detrás de él, el edificio de
desplomaría. Errores técnicos hicieron que la explosión tuviera una breve
demora, lo que resultó en una improvisación brillante de Ledger.
Así como Ledger que estudió a la
perfección a su personaje, lo que le permitía improvisar sin problemas, otros
actores también lo consiguieron como es el caso de Harrison Ford más conocido
por su papel de “Han Solo” en Star Wars Episodio V: El Imperio Contraataca.
Exactamente en el momento en que la princesa Leia (Carrie Fisher) le declara su
amor con un romántico “Te amo”, la simple y genial respuesta “Lo sé”
improvisada totalmente por el actor definía a la perfección su personaje.
En otros casos, cuando la
imaginación del propio director no convence es hora de apelar a la del actor.
Como es en el caso de “La Naranja mecánica”. Al director no le convencía
ninguna de las escenas donde el personaje principal, “Alex DeLarge” (Malcolm
McDowell), violaba junto a sus amigos a una pareja de esposos. Así que le dio
total libertad a McDowell para que hiciera lo que quisiera. El actor tuvo la
genialidad idea de realizar la violación mientras interpretaba la canción “Singin
In The Rain” dándole un entorno más macabro.
Es el caso también de películas
como “The Shining” (“El Resplandor”), donde una sola frase por parte del gran
Jack Nicholson: “Here´s Johnny!” (“¡Aquí está Johnny!”), cuando rompe la puerta
del baño con un hacha para matar a su familia, inmortalizó una de las mejores
escenas de suspenso de todos los tiempos.
Algunos momentos más recordados
del cine también son producto de “casualidades” por decirlo así. Como ejemplo
tenemos a “The Godfather” (“El padrino”). La escena donde Vito Carlone (Marlon
Brando) manda a golpear a un hombre, como represalia por sus acciones contra el
maltrato de la hija de otro hombre, mientras acaricia tiernamente a un gato
muestra el lado más cálido de la cabeza de una de las más poderosas familias de
la mafia. Y por supuesto esta entrañable escena no fue pensada por el director
sino más bien hecho muy curioso cual veracidad ha quedado en especulaciones.
Pero, lo que sí se puede afirmar es que el gato cayó en brazos de Marlon antes
de la escena.
“Midnight Cowboy” es otra de las
películas que tiene una escena muy curiosa. Dustin Hoffman estuvo a punto de
ser arrollado por un taxi cuando cruzaba la pista, generándose una discusión
muy acalorada. Para el público resultó ser una escena muy realista y pues lo
fue. Un taxi se coló en las grabaciones y por poco se lleva de encuentro al
actor que, al reaccionar de forma natural, nos regaló una gran escena. Algo
parecido ocurrió con “Indiana Jones: en busca del Arca Perdida”. La escena a
realizar suponía una épica pelea de espadas entre el heroico Indiana Jones y un
destacado espadachín. No obstante, el actor que interpretaba a Indiana estaba
muy cansado y decidió acabar el combate con un disparo de su pistola. ¿saben
quién era el actor? Nada más ni nada menos que el genial Harrison Ford
(troleando a todos desde tiempos inmemorables).
Es muy común que cuando haya
problemas en la grabación el actor improvise un poco para salir del apuro. Matt
Damon exageró, quizá solo un poco, en “Sving Private Ryan” (“Rescatando al
soldado Ryan”). En la escena donde comparte un momento íntimo con Tom Hans,
Damon improvisó toda una historia de él y de sus hermanos tomando por sorpresa incluso
al mismo Tom Hans. La escena gustó tanto al director que decidió dejarla así y
pues lo demás es historia.
Éstas son solo algunas de la
infinidad de genialidades que inmortalizaron escenas en toda la historia del
cine. Y para ti, ¿Cuál fue la mejor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario